Un medio de
cultivo es un material alimenticio que se usa en el laboratorio para el
desarrollo de los microorganismos. Una vez que ha sido preparado, un medio de
cultivo puede ser inoculado (es decir, se le añaden organismos) y a
continuación incubado en condiciones que favorezcan el crecimiento
microbiano. El crecimiento de los microorganismos es el
cultivo. Un cultivo axénico o puro contiene un único tipo de
microorganismos. Los medios de cultivo deben contener los
nutrientes y factores de crecimiento necesarios y deben estar exentos de
cualquier microorganismo contaminante. Los medios de cultivo contienen como
mínimo: carbono, nitrógeno, azufre, fósforo y sales inorgánicas. En muchos
casos serán necesarias ciertas vitaminas y otras sustancias inductoras del
crecimiento. También se añaden colorantes que actúan como indicadores para
detectar, por ejemplo, la formación de ácido o como inhibidores del crecimiento
de unas bacterias y no de otras.
Un medio de cultivo consta de un gel o
una solución que cuenta con los nutrientes necesarios para permitir, en
condiciones favorables de pH y
temperatura, el crecimiento de virus, microorganismos, células, tejidos vegetales o
incluso pequeñas plantas.
Según lo que se quiera hacer crecer, el medio requerirá unas u otras
condiciones. Generalmente se presentan desecados en forma de polvo fino o
granular antes de ser preparados; ya preparados pueden encontrarse en estado
sólido, semisólido o líquido. El objetivo último del cultivo es variado: antibiograma,
identificación, multiplicación.
Los virus, por ejemplo, son
obligados parásitos intracelulares, por lo
que necesitan un medio que contenga células vivas.
De acuerdo a su consistencia, los medios de cultivo
pueden clasificarse en:
• Líquidos: Se utilizan para el
crecimiento de cultivos puros en lote. Se denominan caldos de cultivo y no
tienen agar en su formulación.
• Semisólidos: Contienen 0.5% de agar
en su formulación. Se utilizan para estudiar la movilidad de las bacterias
(presencia o ausencia de flagelo).
• Sólidos: Contienen de 1.5 a 2% de
agar en su formulación. Estos medios inmovilizan a las células, permitiéndoles
crecer y formar masas aisladas visibles llamadas colonias. Las colonias
permiten al microbiólogo reconocer la pureza del cultivo; las placas que
contengan más de un tipo de colonia no provienen de un cultivo puro. Las placas
de agar también se utilizan para la determinación de células viables (recuento
en placas).
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