El cultivo de meristemos representa una
metodología para el saneamiento in vitro de plantas infectadas. Sumados
a la disección y establecimiento in vitro de los meristemas (explantos)
de la planta madre infectada resulta aconsejable emplear otros tratamientos: la
termoterapia y la quimioterapia. Estos tres diferentes procedimientos pueden
usarse por separado, pero incrementan notablemente su efectividad cuando se los
combina, trabajando in vivo e in vitro.
Los principales problemas fitosanitarios se deben a la
presencia de patógenos cuya eliminación, a través del uso de antibióticos y
fungicidas, no resulta eficiente. Es conocido que no existen tratamientos para
eliminar las enfermedades de origen viral. Por esto, resulta necesario
complementar las técnicas antes mencionadas. El cultivo de meristemas para el
saneamiento de plantas infectadas resulta altamente eficiente en el caso de
plantas que se propagan vegetativamente. En la mayoría de los casos la
reproducción sexual constituye una barrera para la transmisión de virus y bacterias.
En el cuerpo de una planta se
reconocen diferentes tipos de meristemas
Meristemos apicales
Ø Están localizados en la porción terminal o distal
del vástago y de la raíz.
Ø Sus divisiones dan lugar a las células de los
tejidos primarios del tallo y la raíz.
Ø Son organogénicos.
Ø Determinan el crecimiento en largo de tallos y
raíces.
Meristemos
secundarios
Ø Determinan el crecimiento radial de los órganos
vegetales.
Ø Dan lugar a los tejidos de conducción.
Meristemos
florales
Ø Derivan de la transformación de meristemos apicales.
Ø Se limitan a la producción de órganos florales.
Meristemos
intercalares
Ø En el curso del desarrollo de la planta, persisten
restos de los meristemos apicales
intercalados en los tejidos maduros.
Ø Determinan el crecimiento en largo de tallos y raíces
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