miércoles, 28 de noviembre de 2012

3.4 Técnicas in vitro aplicadas al fitomejoramiento



3.4.1 Producción de haploides: cultivo de anteras y óvulos
Los métodos más ampliamente usados para la creación de haploides duplicados se valen de la hibridación interespecifica o intergenetica, y de cultivo de esporas (masculinas o femeninas). La alternancia de generaciones gametofiticas y esporofiticas en las plantas superiores. Los granos de polen  de la papa silvestre (Solanum phereja), contienen solo un núcleo generativo causado por un gametogénesis anormal. Las células gametofiticas (microsporas o megasporas) se puede inducir, en el cultivo, a abandonar su curso ontogenetico normal para seguir una vía esporofitica que conduzca a la formación de esporofitos haploides, el proceso se llama androgénesis cuando las microsporas originan embriones y plantas y ginegenesis cuando tiene lugar en el cultivo de óvulos y de ovarios (Bossoutrot y Hosemans, 1985). La androgénesis, obtenida mediante el cultivo de anteras, es la técnica más ampliamente usada para la inducción de haploides y ha demostrado tener gran importancia para el fitomejoramiento.

Anteras mediante esta técnica, las anteras inmaduras que contienen polen en una etapa especifica de desarrollo se colocan en medios donde el polen inmaduro se divide para formar embriogénesis o callo. Transferidos estos medios de regeneración, se forman plantas. En la mayoría de los casos se producen plantas haploides estériles, pero en algunas especies ocurre una duplicación espontanea de los cromosomas en las etapas de desarrollo del callo y de regeneración de la planta.

Condiciones que afectan el cultivo de anteras

Genotipo de las plantas donadoras, el genotipo es quizás el factor más importante que afecta el cultivo de anteras. La variabilidad en la respuesta al cultivo de anteras se ha hallado entre especies y dentro de ellas, y se ha demostrado la heradabilidad de esta respuesta (Wenzel y Uhrig, 1981). Dicha capacidad para el cultivo de anteras es particularmente evidente en cultivares de arroz de los tipos Japónica e Indica, (Keller et al., 1987). Además de la capacidad genotípica general para el cultivo de anteras, se han determinado, en la cebada y en el trigo, rasgos heredados independientemente respecto a componentes específicos de la androgénesis, como la inducción de callo y la regeneración de plantitas (Wenzel ec al., 1985; Lazar et al., 1984). Demostraron que ambos rasgos eran altamente heredables.

















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