domingo, 28 de octubre de 2012

2.3.2 Selección de plantas madres



2.3.2.1 Genotipo

El Cannabis, al ser una planta, puede reproducirse de manera sexual, por medio de la polinización, y asexualmente, mediante el uso de ciertos órganos de la planta, los tallos, que son capaces de formar nuevas raíces dando lugar a nuevos ejemplares (esquejes o clones) idénticos genéticamente a la planta original.
Así que, se puede decir, que podemos obtener esquejes casi de cualquier planta, aunque una buena planta madre es sólo aquella planta hembra que ha sido criada y seleccionada con la finalidad de poder obtener de ella esquejes o clones idénticos y 100% hembras.
Por ello, sólo se seleccionan como plantas madre alguna ejemplar hembra con rasgos genéticos muy concretos y apreciados, como son un crecimiento rápido, una buena producción, un buen sabor en la fumada, un aroma atractivo, unos efectos potentes o una alta resistencia a ciertas enfermedades y hongos. De esta forma podemos cultivar nuestras plantas favoritas y preservar sus genéticas por tiempo casi indefinido sin que estas pierdan cualidades o se degeneren. Permitiéndonos cultivar una misma genética por un tiempo casi indefinido, ya que el esqueje es una réplica genética exacta de la planta madre. Seleccionar y cultivar plantas madre fuertes y saludables es la clave para mantener una provisión constante de clones hembra de calidad.






















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